22.2.07

Y yo todavía con los calzones bonitos
como si de pronto me fuera a
querer
y me dejara así
acostadita a su lado.
No me queda más que cambiarle el agua a las flores
a ver si no se mueren antes que se de cuenta
que me quiere.
Los días me los pasé llorando
no me crecieron raíces a la tierra
no me perdí en los funerales
qué más hubiera querido
me hacían falta hígados de otros
y lágrimas
prestadas a concesión.
La ropa sucia se lava en casa
yo qué hacía con mis calzones
tan vírgenes
les quería lavar su me voy temprano
hoy día no te puedo amar
pero estaban limpiecitos y los puse en la caja
puse estampitas de santos para la suerte
y un jabón para que olieran bien
pensé: los podré usar en las fiestas






y no me quiso nadie.








Tuve que llorar de pie
si me siento me caigo y no me muero
si me siento no me muero
ay la penita de estar sola
-ni bailando se me pasa-
la penita de morirme sola
ni siquiera vieja
la pena de morirme joven
y sin amor.





La niña María ha salido en el baile.

1.2.07

Las Ni�as de Lira

Porque tengo el vientre florecido
de árboles perenne,
Porque en mis ovarios
Crecen las flores cada quince días ,
porque en la matriz
tengo un bosque tardío,
inmensamente gobernable.

Porque de cada óvulo fecundado
-por quién sabe quién y quién sabe donde-
han nacido pájaros volantes
mariposas amarillas y Mauricios Babilonias,
Porque tengo bordadas las trompas con hilo de remiendos
y teñida la sangre con azul de metileno.

Porque constantemente en mi estomago
se mueve el mundo
se abren ventanas
se crian niños
se ahorcan personas
y vuelven a criarse niños.

Será porque cada cierto tiempo
se producen incendios forestales
entremedio de mis piernas,
que son apagados sólo
con el estallido oportuno
de mangueras que se sumergen
hasta los bordes .

Tal vez sea por eso
que siento a los hijos ajenos
en una placenta llena de agua con azúcar
que no tengo,
que se me hínchan las tetas
y se llenan de sudor láctino todas mis poleras,
que el cuerpo se me ha llenado de moretones
por las pataditas que no me dan,
que me despierto a las cinco de la mañana
con contracciones maravillosas,
quiza es por eso,
porque estoy llena de ramitas florecidas
que me salen hasta por la boca,
que mantengo sueños prolongados
con niños que se quedan dormidos en mi pecho
y que se pierden en la Estación Central.




la niña que se va.